Saúl Irigaray (Bielsa, 1978) es ilustrador, diseñador gráfico y amante de la montaña. A lo largo de su trayectoria ha combinado estas tres facetas en numerosos proyectos como libros ilustrados de los Pirineos, la
gráfica del Centenario del Parque Nacional de Ordesa, festivales de cultura popular pirenaica o la imagen de numerosas empresas y entidades de la cordillera.
En 2004 le llegó el primer encargo para ilustrar un libro, y tras varios proyectos de ilustración editorial en 2012 se lanza a la autoedición con su propio sello, Garabato Books, desde el que publica proyectos más
personales basados en cuentos y leyendas tradicionales de los Pirineos. En sus libros refleja el paisaje, la flora y la fauna propios dé cada territorio donde se desarrolla la historia, poniendo en valor la tradición oral
y la naturaleza salvaje de estas montañas.
El Pirineo ilustrado es su último proyecto personal, una colección de obra gráfica inspirada en los afiches de montaña europeos de principios del s. XX. Un conjunto de ilustraciones en formato de cartel que recrean
los parajes más impresionantes de los Pirineos. La exposición fue presentada en la edición del Festival LOMON CONTEMPORANEO 2024
Entre las cumbres de más de 3.000 m del macizo Posets-Maladeta, los valles tallados por los ríos Ésera, Isábena y Noguera Ribagorzana y el tejo azul del Mediterráneo que asoma en días claros, La Ribagorza se ha convertido en una meca del turismo activo. Su diversidad altitudinal —del Congosto de Mont-rebei (500 m.) a la pala nevada del Aneto (3.404 m)— permite encadenar en la misma escapada senderos familiares, puertos ciclistas de categoría y deportes de aventura que disparan la adrenalina.
El valle de Benasque es el gran anfiteatro montañero de la comarca. Rutas clásicas como el Forau y la cascada de Aigualluts (7 km, 3 h, nivel medio) o la breve excursión a los Ibones de Villamuerta (2,8 km, 1 h 45 min, nivel fácil) permiten tocar la alta montaña sin exigencias técnicas. Para quienes sueñan con los “tresmiles”, el Posets (3.375 m) o la Maladeta Oriental (3.308 m) ofrecen travesías alpinas desde los refugios de Ángel Orús o La Renclusa.
Al sur, el sendero colgado sobre el desfiladero de Mont-rebei conecta Aragón y Cataluña a través de pasarelas y un puente colgante que desafía al vértigo. La ruta corta (10 km ida y vuelta) es ideal para familias, mientras que la prolongación hasta Montfalcó (16,8 km) regala panorámicas de paredes calcáreas de 500 m y la posibilidad de volver en kayak por las aguas turquesa del embalse de Canelles.
La red de caminos balizada por Turismo Ribagorza incluye propuestas poco transitadas como el barranco de Viu en Foradada del Toscar o los bosques mixtos de Sesué y Chía. Cada ruta cuenta con ficha técnica descargable (track GPX, perfil de desnivel y visor 3D), lo que facilita planificar según la condición física de cada grupo.
El Gobierno de Aragón recuerda que el senderismo continúa liderando los rescates en montaña: 609 actuaciones y 25 fallecidos en 2024. La nueva campaña “Planificar, prevenir y equipar” ha abierto oficinas presenciales —una de ellas en Benasque— para asesorar sobre riesgos, meteorología y material. Antes de salir, revisa la previsión y añade a la mochila ropa de abrigo, agua, comida y frontal.
Cada mes de mayo, más de 2.500 ciclistas afrontan 183 km y 2.800 m+ acumulados conquistando los pasos de Castillo de Laguarres, Serrate-Vilas del Turbón, Bonansa, Col d’Espina y Col de Fadas. Aunque la marcha se celebra un solo día, los puertos permanecen señalizados todo el año, con carteles kilométricos que indican pendiente media y altitud; perfectos para entrenar o disfrutar en formato “slow cycling”.
El proyecto Puro Pirineo ha recuperado más de 250 km de caminos tradicionales entre Castejón de Sos, Sahún y Bonansa, creando uno de los centros BTT más atractivos de la cordillera. Hay circuitos verdes junto al congosto de Ventamillo, descensos endureros que parten de la estación de esquí de Cerler y rutas maratón como la Ribagorza Baliera (70 km). Track descargable, paneles en cruces y remontes en furgoneta facilitan la logística.
En carretera, evita los puertos centrales (Bonansa, Espina) los fines de semana de julio-agosto; madrugar garantiza menos tráfico y mejor temperatura. Para BTT, lleva multiherramienta y algo de abrigo: la temperatura cae rápido al caer el sol en cotas altas.
Entre abril y octubre, el Ésera regula su caudal para garantizar rápidos continuos como “Las Pirámides”. Las empresas de Campo proponen tres niveles: iniciación (7 km, +4 años), avanzado (14 km, +14 años) y Full Day (22 km, picnic incluido). Todo el material —neopreno, chaleco, casco— está incluido y no es imprescindible experiencia previa; sí saber nadar.
A medio camino entre Graus y Boltaña, esta ferrata K4 combina escaleras verticales, travesías aéreas y un espolón con vistas al Turbón. Se divide en tres tramos (3-4 h) y, gracias a su orientación sur, puede realizarse casi todo el año. Se exige experiencia previa o guía titulado; la edad mínima recomendada es 15 años.
Primera escuela de vuelo libre de España (1986), Parapente Pirineos ofrece bautismos biplaza durante todo el año. Solo hay que correr unos pasos: la brisa térmica hace el resto, elevando al pasajero frente a las cimas del Aneto y el Posets. Cursos de progresión y cross-country completan la oferta para quienes sueñan con pilotar su propia vela.
La Ribagorza es ese rincón del Pirineo donde puedes empezar el día caminando junto a ibones glaciares, coronar un puerto ciclista con vistas infinitas y terminar volando en parapente sobre bosques de pino negro. Planifica bien, respeta la montaña y… ¡nos vemos en el camino!
Si este verano buscas bañarte en la Ribagorza pero no soportas las toallas pegadas, los altavoces portátiles ni las colas para aparcar, esta guía es para ti.
Olvídate de los clásicos llenos de turistas y apunta estos rincones donde aún se puede disfrutar del agua en calma. Pozas, tramos de río y embalses poco conocidos, ideales para quienes valoran la tranquilidad, el entorno natural y el silencio.
Situado entre Eriste y Benasque, este embalse de aguas tranquilas es ideal para un baño con vistas. Aunque algunas zonas son más concurridas, caminando unos minutos encontrarás rincones apartados con orilla de piedra y sombra natural.
Además del baño, es habitual ver actividades como paddle surf o kayak, pero también hay margen para quienes solo quieren mojarse los pies y disfrutar del paisaje. Es fácilmente accesible y cuenta con entorno fotogénico, perfecto para pasar la mañana.
Aguas transparentes y un entorno muy natural. Hay tramos del río donde puedes encontrar pozas y pequeños remansos perfectos para el baño. El entorno del monasterio de Alaón es muy tranquilo y suele estar poco transitado.
Para quienes no le tienen miedo a una pequeña caminata. Este ibón de alta montaña, cerca de Aneto, tiene una belleza brutal. El agua está fría todo el año, pero la experiencia es única. Además, al estar a más de 2.200 metros, el entorno es fresco incluso en agosto.
Uno de los paisajes más impresionantes de la zona, donde el río Noguera Ribagorzana ha tallado un desfiladero entre paredes de vértigo. Aunque es más conocido por el senderismo, en algunos tramos bajos y con buen caudal es posible refrescarse o mojarse los pies.
La ruta desde Viacamp es más tranquila que la catalana y atraviesa zonas muy poco frecuentadas, perfectas para desconectar y dejarte impresionar por el entorno.
Sin carteles, sin parking masivo, sin chiringuito. Solo el río, las piedras, la sombra y tú. Algunos tramos tienen pozas naturales poco profundas, y otros permiten baños cortos en agua muy limpia. Es el tipo de sitio que se recomienda con cuidado: hay que dejarlo tal como se encuentra.
Lleva calzado adecuado: muchas zonas tienen piedras resbaladizas.
Evita las horas centrales del día si no hay sombra.
Recoge toda la basura, incluso la que no es tuya.
Respeta la tranquilidad: son espacios compartidos, no playas urbanas.
No hagas fuego ni alteres el entorno natural.
La Ribagorza ofrece algo que no siempre encuentras en zonas turísticas: espacio. Espacio para mojarse los pies, para estirarse al sol en una roca, para leer a la orilla del agua sin ruido alrededor. Los paisajes son diversos, el clima es más suave en altura y, con un poco de curiosidad, se pueden descubrir rincones únicos sin salir de la comarca.
Si este verano prefieres el sonido de un río al de un altavoz bluetooth, apunta estos lugares y empieza a explorar. Solo necesitas una toalla, algo de agua, y ganas de desconectar.
Arranca el ciclo de conferencias "Ribagorza. Huellas en la Piedra".
Este viernes, 20 de junio a las 19 horas en la biblioteca de Benabarre, Óscar Sipan nos hablará de Rosa Morancho, más conocida como "La Santeta de Benabarre".
Le acompañará la violinista Daniela Nikolova, que contribuirá a ambientar esta sorprendente historia.