Los dinosaurios habitaron Arén hace más de setenta y cinco millones de años. Hoy, sus huellas fosilizadas y los restos de sus huesos son visibles en los yacimientos paleontológicos de la localidad, que sorprenden por su estado de conservación.
La primera especie de dinosaurio, de la cual los paleontólogos de la Universidad de Zaragoza encontraron restos, fue bautizada en honor a la localidad ribagorzana: Arenysaurio. En diciembre de 2010 tuvo lugar un sorprendente nuevo hallazgo: huesos de Balsisaurio, una especie de la que sólo se conocían restos en Asia y América.
Este viaje al pasado debe de comenzar en el Museo de los Dinosaurios, ubicado en el antiguo Ayuntamiento de Arén. Al salir, al final de la calle mayor se alcanza el sendero que nos llevará hasta el yacimiento Blasi, en el que se explican los hallazgos paleontológicos producidos desde 1996, y donde pueden observarse las réplicas de los fósiles óseos más característicos. El trayecto completo de ida y vuelta puede implicar entre dos y 5 horas, aunque es recomendable invertir al menos una mañana o tarde, prestando atención al calor en verano y llevando un calzado adecuado.
El regreso a Arén por el antiguo camino de Iscles, atraviesa las ruinas de un antiguo convento, hoy conocidas como Horts del Convent. De nuevo en la localidad, por la calle de San Miguel, se atraviesa la plaza de la Cruz y se alcanza el cementerio viejo.
Siguiendo las indicaciones, mediante un sendero se llega hasta el Pilaret de Santa Bárbara, donde se halla el yacimiento de icnitas, perfectamente adecuado para ser visitado, mediante una plataforma de madera para su acceso presenta una plataforma de visualización desde la que se observan tres rastros de dinosaurios hadrosauridos de tamaño considerable.
