Apreciada por su calidad, aroma y sabor, la miel de La Ribagorza es un producto completamente natural, que exhibe como pocos la personalidad de la tierra, los montes y la flora de los que procede.
En La Ribagorza, el proceso de extracción de la miel se realiza de forma totalmente artesanal, tomando los panales llenos de miel y colocándolos en cajas que son transportadas a un almacén para realizar la extracción, en su mayoría libre de abejas. Una vez realizado el proceso de liberar los pequeños cierres naturales de cera que realizan las abejas en los panales, la miel se extrae por impulso de aire, a través de una máquina provista de un grifo por el que la miel pasa hasta un gran bidón donde se almacena para que repose durante unas dos o tres semanas. En este tiempo las partículas ajenas a la miel como cera o polen suben a la superficie, de forma que se elimina la primera capa con todas las impurezas.