Si hay una comarca rendida al embrujo de las llamadas emperatrices subterráneas, esa es La Ribagorza, tierra privilegiada desde antiguo en el desarrollo de la tuber melanosporum, la trufa negra, el ejemplar más preciado.

En Graus y alrededores, la naturaleza vela su mejor joya bajo el abrigo de la tierra. De noviembre a marzo, el alumbramiento de los diamantes negros de la gastronomía acontece en torno a un mágico proceso que convierte a los truficultores en los auténticos poseedores del secreto mejor guardado: el hallazgo de la trufa. Su excepcional perfume, intenso y delicado, que varía según el estado de madurez, y su extraordinario sabor, la convierten en la reina de la gastronomía, y como tal se valora en los mercados.

Mercado de la trufa de Graus, referente nacional

Durante los doce fines de semana que abarca la temporada trufera, cada sábado, de 19 a 22 horas, la Plaza Mayor de Graus acoge el Mercado de la Trufa en Fresco, que toma el relevo al mercado que se venía celebrando en Graus los lunes de la temporada desde 1947.

En un ambiente presidido por el inconfundible aroma de las trufas, su venta se realiza tanto al por mayor como al detalle, junto a otros productos agroalimentarios de la zona.